¿Qué es lo que más me gusta de Twitter? La conexión humana, sin prolegómenos. Salvo los mensajes directos, todo es público y abierto. Ello tiene grandes ventajas, pero la principal es dirigirme a quien quiera, cuando quiera.
En mi Twitter, puedo tener agregados a mi vecino y una estrella de Hollywood. Mi mensaje llegará a ambos por igual. No es lo mismo que enviar un correo electrónico. Demasiada etiqueta, filtrado, reenvío, bloqueo. Twitter todavía es territorio virgen para spammers y cerrojazos.
Lees que Shaquille O’Neal está tomando algo cerca, y te pasas para saludar. Sigues y comentas el juicio a The Pirate Bay, te enteras del viaje de un político y lees los mensajes de cientos de ingleses que han amanecido con un metro de nieve a la puerta.
Dirán ustedes que este milagro lo obraron antes blogs, redes sociales... La propia internet. Entonces, ¿por qué parece tan especial?