Scrinia Viatoria

Santa Bárbara y las copias de seguridad

Los relatos sobre mártires suelen ser textos abundantes en descripción de salvajadas. Aún teniendo en cuenta que la Edad Media no era la mejor época para recibir castigos, el tormento que sufrió Santa Bárbara pone los pelos de punta al lector menos impresionable. Dice la Wikipedia:

Habría sido atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes y quemada con hierros al fuego.

Lo que aconteció después registró a Bárbara como patrona de mineros, dinamiteros y, en general, todo tipo de profesión relacionada con las detonaciones:

Finalmente, el mismo rey Dióscoro la envió al juez, quien dictó la pena capital por decapitación. Su mismo padre es quien la decapitó en la cima de una montaña, tras lo cual un rayo lo alcanzó, dándole muerte también.

De ahí el dicho que cede parte del título a esta entrada. Pues sólo nos acordamos de la copia cuando un accidente, rayo o mala canción fulminan nuestro disco duro. Lloramos entonces, pataleamos; pero todo ese disgusto nos lo hubiéramos ahorrado con una copia de seguridad a su debido tiempo.

En mi caso, la última aportación al fondo para mi bienestar espiritual se realizó hace dos domingos, cuando conecté un disco duro externo y ejecuté la Time Machine de mi MacBook Pro. La ventaja de este sistema es tener copias de seguridad acumulativas y automáticas de todo el contenido de tu disco duro. Afecta relativamente poco al rendimiento y va liberando el espacio de copias antiguas si necesita más.

No hay excusas para no tener una copia de seguridad de nuestros datos más relevantes. Repito, no las hay. Desde servicios en la nube, con versiones de pago pero también gratuitas como Carbon Copy, Dropbox, Mozy, Box.net. Pasando por los gestores para discos duros físicos como SyncBack... Las opciones son muchas y variadas; ahí va una lista con algunas ideas:

Salvar las joyas: Si no disponemos de un disco duro externo con el suficiente espacio, o bien no tenemos disponibilidad económica para utilizar un servicio de copia de seguridad en línea, podemos seleccionar aquellos archivos o documentos realmente importantes. A no ser que pertenezcas a un sector como el diseño gráfico o te dediques a proyectos multimedia, muchos planes y memorias USB pueden servir para garantizar la salvación de ese fichero imprescindible.

Pisos francos: Aunque no lo recomiendo, pueden utilizarse las opciones gratuitas de varios servicios para acabar almacenándolo todo. Opción cutre y salchichera, pero opción al fin y al cabo.

Salvar los muebles: todo el contenido de nuestro disco duro es copiado. La opción más económica es comprar un disco duro externo, pero también podemos utilizar los servicios de pago de las opciones en línea ya mencionadas.

Clonar la casa: Una imagen de disco se utiliza para replicar el contenido del mismo en caso de siniestro total, incluyendo el sistema operativo. Existen programas comerciales como Norton Ghost que te pueden ayudar en la tarea, y también hay soluciones gratuitas (ojo, no las he probado).

La moraleja de esta historia: las copias de seguridad son una medida algo latosa, pero muy necesaria. Tú mismo lo descubrirás cuando el disco duro o el sistema operativo revienten y te acuerdes de haber leído esta entrada.

Lectura suplementaria: Five best online backup tools | Five best offline backup tools.