Atención: esta es una de esas películas que cuando dices que te gusta, la gente te mira raro. Es muy probable que si te animas a verla, no le encuentres mayor emoción a la cosa, ya que la trama nunca llega a zanjarse del todo. Y en una película como esta da bastante rabia.
Sin embargo, Mothman es una película realmente inquietante que puede mantenerte pegado al asiento hasta el último minuto. Lo malo es que ese último minuto nos deja con la miel en los labios y ganas de más explicación y más soluciones al enigma.
Puede que uno de los errores de Mothman: la última profecía, sea dar por sentado que todos los espectadores conocen a este personaje del folclore estadounidense. Ello perjudica a la película cuando es vista por personas ajenas a dicho folclore, pero no le resta un ápice de tensión o intriga a la película.
Del filme son reseñables varias escenas: una relativa a un teléfono que suena y otra en un espacio abierto. Fijaos bien en el momento en el que uno de los personajes secundarios le dice al protagonista algo sobre un limpia cristales que está trabajando cerca de allí. El comentario tiene miga. Es cine que te deja realmente incómodo.
Mejor que leas esto después de la película
Una traducción aproximada, aunque no definitiva, para Mothman es «hombre polilla». Este nombre se debe a que la mayoría de las representaciones de esta criatura son bajo la forma de un ente alado, a veces relacionado con el insecto en cuestión. Según la Wikipedia, la presencia del Mothman está muy relacionada con grandes catástrofes o accidentes.
Más sobre Mothman en La Butaca o en la Internet Movie Database (ojo que puede haber spoilers). El sitio oficial en castellano aún está disponible.