Escribe Jesús Díaz en Gizmodo que desde la llegada de los nuevos productos electrónicos y la web 2.0 está imperando una tendencia a la imperfección del producto. Poniendo como ejemplo a compañías como Apple y servicios como las desarrollados por Google, el autor se declara bastante harto de que los aparatos y aplicaciones nazcan para llenarse de fallos al minuto siguiente.
Teléfonos que salen al mercado sin características básicas, defectos de fabricación, promesas de mejoras «en la próxima versión»; Díaz lo compara con un pasado no muy lejano:
On the other side, my parents have a Telefunken CRT TV and a Braun radio from the '70s which are still in working condition. They were first generation. They never failed. Compare that to my first plasma TV from Philips, which broke after less than a year of use.
El autor no establece un culpable de todos los males en cuanto a la manufactura de productos en la era digital. Quizá sea una perversa mecla de oferta, demanda y ansias de progreso.
El vaso medio lleno
No tengo objeciones a las reflexiones de Jesús en lo que respecta a manufactura de aparataje electrónico. Pero bien distinto es el campo de las aplicaciones web, donde arriesgar antes de asegurar trajo a la luz muchas herramientas que hoy utilizamos. De hecho, aplicaciones que son leyenda como Google Reader o Flickr estuvieron en Beta largo tiempo. Por no mencionar Gmail.
Por ello, la famosa etiquetita no deja de tener cierta utilidad para ciertas aplicacicones. pero en el caso de sistemas operativos de cualquier índole o gadgets, no deja de ser algo molesto.