Scrinia Viatoria

Reseña: Bosque Mitago (Robert Holdstock, 1984)

Una aventura apasionante, una brillante reflexión sobre los mitos

En 1946, Steve Huxley, que se había establecido en Marsella tras el final de la Segunda Guerra Mundial, recibe una carta de su hermano Christian desde Herefordshire notificándole la muerte de su padre. De este modo, Christian regresará al Refugio del Roble, el hogar de su familia, a poca distancia del Bosque Ryhope.

Lo que Steve desconoce es el secreto que se oculta tras la arboleda. Un secreto que tiene que ver con su padre, su hermano y una mujer llamada Guiwenneth.

La literatura fantástica tiende al grosor. Casi todas las sagas u obras famosas ocupan interminables hileras de volúmenes en domicilios o bibliotecas. Por ello, es gratificante descubrir que un autor consigue forjar una impresionante novela de fantasía épica en 269 páginas.

La historia de Steve y el Bosque Ryhope es, por sí sola, muy similar a otros mitos, novelas y cuentos que circulan por el mundo. Pero si uno se llama Robert Holdstock, y mezcla el argumento clásico con una de las reflexiones más brillantes sobre el folklore popular, entonces ensayo y ficción se unen para formar la obra maestra que tengo la satisfacción de comentar en esta entrada.

Entre dos mundos

El escenario no podría ser más apropiado: Inglaterra a finales de los cuarenta. Un país que se cura lentamente las heridas infligidas por la Segunda Guerra Mundial.

El mundo moderno choca con Refugio del Roble, un lugar donde otra forma de ser, vivir y concebir la existencia acecha entre los árboles para lanzar a nuestro protagonista, Steve Huxley, en busca de la leyenda y el amor.

Holdstock bebe del inconsciente colectivo, concepto desarrollado por Carl Jung, que presupone una serie de símbolos primitivos afines a toda la humanidad. De la combinación de estas teorías con el folclore, especialmente el céltico, surge el bosque encantado: guardián de los mitos y la tradición oral de los pueblos.

La dualidad de la novela es perfecta: la reflexión sobre los mitos que necesita de un mito para ser contada, y la aventura legendaria que precisa una reflexión sobre los mitos. Cualquiera de las partes por sí sola no tendría mucho éxito, pero ambas forman uno de los acercamientos más formidables al ser humano y su paso por el mundo.

La traductora

Los prólogos editoriales suelen ser algo que pasa desapercibido en casi todas las novelas. Temerosos de que nos desvelen un final, solemos obviar esas pocas hojas que osan interponerse entre nosotros y la novela. Sin embargo, este prólogo merece leerse por dos razones: lo realiza su traductora, y te ríes cantidad.

También es de ley reconocer la gran labor que Cristina Macía está desempeñando en otra de mis sagas fantásticas favoritas: Canción de hielo y fuego, que ha supuesto la prueba definitiva de la paciencia que es capaz de atesorar ante nuestro insaciable apetito por las versiones traducidas de la saga.

Leer Bosque Mitago es algo más que un rato entretenido. Porque todo ser humano pensó acerca de las leyendas y personas que lo precedieron. Porque es posible que esas leyendas habiten en algún lugar secreto, esperando.